Remitimos nota publicada en el Diario La Nación que puede ser de su interés.
Financiamiento – Opciones de pago: los comercios destacan que la alta presión impositiva y los cargos terminan quedándose con una porción importante de sus ingresos.
Los consumidores se fastidian cuando ven el cartelito de «No aceptamos tarjeta», y está bien que así sea porque es obligatorio tener un medio electrónico de cobro tanto para comercios como para prestadores de servicios. La otra escena es cuando el bendito cartel reza «10% de recargo con tarjeta», otra regla ampliamente aplicada e ilegal. Pero atrás de la resistencia a utilizar tarjetas de crédito y débito, no hay sólo facturación en negro. También prima el rebusque de los negocios para esquivar costos fijos altos, impuestos, retenciones y demoras en recibir el dinero cada vez que cobran con una tarjeta de crédito o débito.
Pese a las rebajas acordadas con los bancos hace unos meses, en promedio, cuando alguien cobra con tarjeta de crédito o débito $ 100, recibe en su cuenta bancaria $ 89,7 que pueden demorar en acreditarse hasta 18 días, según datos de la procesadora de pagos Increase. Y de eso, $ 21 corresponden al IVA que debe reintegrarse a la AFIP.
En un promedio entre 9500 comercios monitoreados por Increase, el 2,22% de la facturación corresponde a costos de comisiones de las tarjetas de crédito y débito (el arancel de los pagos con crédito es 2,5% y con débito 1,2%). Pero a eso se suma un 2,51% que pagan en concepto de financiación, por las cuotas ofrecidas a los clientes.
A la suma también hay que agregar un 0,06% por el alquiler del POS; la terminal para pasar los plásticos, y un 0,69% que en promedio pagan por las promociones sobre el total facturado. Así en cargos de bancos, tarjetas y servicio de POS el costo es de 5,48 por ciento.
A eso se suma otro tanto de cargos, percepciones y retenciones que aplica la AFIP. Un 3,94% de lo facturado se va en promedio en retenciones de IVA, Ganancias e Ingresos Brutos. Las percepciones de los mismos impuestos restan un 0,1% más de la facturación, y un 0,78% queda en el camino para pagar el IVA por el arancel y los intereses que paga el comercio. Así al bolsillo o la cuenta del vendedor la facturación llega con un descuento total del 10,3%.
«Los cargos directos que cobran las tarjetas disminuyeron levemente este año, pero hay otros costos como los de financiación, a los que además se les aplica IVA, el costo final es mucho más alto que sólo la comisión por la operación», explica Ana Laura Jaruf, del departamento de Economía de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Desincentivos
Para la especialista, el principal multiplicador de los costos es el modo en el que se calculan los impuestos y retenciones, ya que lo hacen sobre el total de la facturación, que ya tiene incluidos el impacto de los impuestos, como el IVA, y los cargos que cobra la operadora. Entonces, el comercio termina recibiendo retenciones a cuenta por una facturación que no es pura, si no que está «inflada» por el IVA, las comisiones, etc.
«Mientras que en otros países es más barato para el comerciante cobrar con débito o crédito que con efectivo, en la Argentina se trata de una opción sensiblemente más cara, y eso termina siendo el principal desincentivo para bancarizar las operaciones», explica Jorge Larravide, gerente comercial de Red Link.
«Sobre todo para los comercios pequeños, que no haya un mínimo no imponible sobre el que no se aplican retenciones y percepciones, hace muy costoso el cobro con medios electrónicos», remarca Jaruf. Lo mismo sucede con el costo del alquiler de POS para realizar los cobros, ya que como se trata de un cargo fíjo que oscila entre los 180 y 370 pesos para quienes menos facturan la proporción del gasto terminado siendo mayor.
Si bien una parte de los cargos son retenciones a cuenta, que se transforman en crédito fiscal para el comercio, ese adelanto sumado a la demora que tienen los bancos y las tarjetas en transferir el pago a la cuenta del vendedor se transforma en costo financiero adicional.
Los pagos con débito, aunque se descuentan de la cuenta del comprador de modo inmediato, al vendedor se le termina acreditando el monto en un plazo de 48 horas. Si el pago es con crédito en una sola cuota, la operación tarda 18 días. Pero si el pago es en cuotas, al comprador el dinero le llega en 48 horas, pero con un descuento equivalente a la tasa de interés nominal a tres meses, quiera o no el comerciante recibir ese adelanto, detalla Sebastián Cadenas, fundador de la firma Increase.
Opciones
Este año el Banco Central implementó el sistema de Pago Electrónico Inmediato, que permite pagar con una transferencia inmediata de cuenta a cuenta de comprador a vendedor. Estas operaciones son completamente gratuitas para las dos partes, y se pueden realizar con la misma tarjeta de débito. Además, la AFIP si estableció para este mecanismo un monto mínimo para aplicar retenciones y percepciones a las operaciones cruzadas por este sistema.
Sin embargo, el que tiene que ofrecer el servicio que es gratuito y por el que no puede cobrar ningún cargo, es el mismo banco que vende hoy un sistema por el cual cobra una comisión. Casi como poner al zorro a cargo del cuidado del gallinero.
De hecho, con el lanzamiento del PEI salieron a la venta sistemas para simplificar el proceso de cobro con tarjeta que eliminan el POS tradicional y lo cambian por un dongle, un pequeño aparatito que se enchufa al celular y permite cobrar con débito o crédito.
El grupo Prisma lanzó Todo Pago, mientras que la plataforma Mercado Libre hizo lo propio con Mercado Pago, sin embargo los costos y la carga impositiva y financiera de estos medios de pago son iguales que los que hoy ofrece el POS tradicional.
Larravide admite que la mayoría los bancos han puesto poco interés en promocionar el PEI porque no hay un negocio directo detrás de ese mecanismo, pero también destaca hay resistencia a cambiar de un mecanismo a otro, aunque usar débito o crédito implica hoy que les lleguen al bolsillo $89,7 por cada $100 pesos de venta, mientras que el PEI les permitiría tener acreditado de inmediato al 100 por ciento de lo que cobran en su cuenta.
Plásticos recargados
Los costos asociados que enfrentan los comercios
Comisiones: los aranceles que deben pagar los comercios por las compras con tarjeta oscilan entre 2,5% para las operaciones con crédito y el 1,2% para el débito.
Financiación: cuando la operación se realiza en cuotas a los comercios se les aplica un cargo adicional que en promedio ronda el 2,51%, según la medición de Increase.
Impuestos: Los comercios también se quejan de la alta presión impositiva que se termina llevando en promedio casi un 4 por ciento de su facturación.