La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pondrá en marcha la próxima semana un nuevo plan permanente de facilidades de pagos, al que se ingresará en forma automática desde Mis Facilidades, sin intervención de funcionarios del organismo, pero sin poder volver a ingresar una deuda una vez que caducó.
A partir de julio, el desempeño en los planes dará lugar a una calificación de cumplimiento y riesgo fiscal de los contribuyentes, con suba de la tasa.
Además de toda la deuda en general, el plan sumará los aportes de autónomos monotributistas y trabajadores en relación de dependencia; el impuesto integrado del Monotributo, y la deuda de contribuyentes en áreas de emergencia.
No podrán ingresarse retenciones y percepciones impositivas y previsionales corrientes; anticipos o pagos a cuenta; IVA por importación de servicios; la prima de la ART, y deuda declarada en planes vigentes.
Los únicos excluidos son los ciudadanos imputados penalmente.
Se podrán financiar hasta en 3 cuotas los aportes de trabajadores en relación de dependencia; hasta en 6 cuotas las obligaciones impositivas y de seguridad social; hasta en 20, las obligaciones por autónomos y monotributistas, y hasta en 24 cuotas la deuda generada por ajustes de inspección.
La cuota mínima será de $500 para autónomos y el Monotributo, y de $1000 para el resto de los planes.
La financiación será a tasa fija, pero la inicial se actualizará mes a mes con valores de marcado, tomando como referente la tasa pasiva nominal anual del Banco Nación para los plazos fijos a 180 días más 2 puntos para pequeños contribuyentes con ingresos hasta $ 91 millones anuales, y más 6 puntos para quienes tengan una facturación superior.
La tasa se actualizará el 20 de cada mes, por lo que si un ciudadano se adhiere al plan el 8 de abril, debe tomar como referencia la tasa del 20 de marzo, por ejemplo.
Según informó el titular de la AFIP, Alberto Abad, las característica generales del plan apuntan a que será uniforme, transparente y para todos; tendrá cuotas mensuales iguales y consecutivas; el sistema de amortización será el francés, y se pagará con débito directo en cuenta bancaria.
La AFIP diseñó un sistema de alertas por mensaje de texto al celular del contribuyente, e informará por ventanilla electrónica la caducidad del plan adherido, la que ocurrirá tras dos cuotas impagas, consecutivas o no, cuando se cumplan 60 días de los incumplimientos, salvo que se trate de la última cuota, para lo que alcanza con ésta sola.
A partir de julio próximo, el historial del cumplimiento del régimen dará lugar a una calificación «scoring» que sumará puntos a la tasa de los nuevos planes.
Alberto Abad, dijo que «un fenómeno recurrente en un economía con alta inflación, es la mora impositiva de ciudadanos inscriptos como monotributistas, autónomos y también de empresas, en los ingresos de aportes propios y de trabajadores en relación de dependencia, además de los contribuyentes situados en áreas de desastre o emergencia».
«Es una rueda de auxilio para todos los contribuyentes, que va a permitir tener un plan objetivo, sin limitaciones«, agregó Abad.
El plan será lanzado formalmente la semana próxima, aunque el titular de la AFIP anticipó que busca reemplazar dos regímenes que dejó el anterior titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. «Un plan de 3 cuotas que exige que se tenga al menos dos empleados y es sólo para quienes tienen ventas hasta $50 millones», recordó Abad, y «el famoso artículo 32, que era una discrecionalidad que tenía el administrador federal para dar planes de 150 cuotas a tasas muy bajas. Hubo un caso famoso, el caso Ciccone», enfatizó.
Asimismo, se destacan tres ventajas para los ciudadanos y empresas que adhieran al plan de financiación permanente, el cual podrá cancelarse anticipadamente al período pactado:
Levantamiento de la suspensión en los Registros Especiales Aduaneros, con lo que podrán rápidamente quedar habilitados para haceroperaciones de comercio exterior mientras paga la deuda impositiva o previsional.
Posibilidad de obtener el Certificado Fiscal para contratar con el Estado, es decir «volver operar como proveedor de bienes y servicios de un sector público que representa casi 48% del PBI», aclaró Alberto Abad.
Acceder a beneficios fiscales que exigen cumplimiento, como para poder volver a exportar bienes y servicios.